domingo, 19 de noviembre de 2017

¿Paradoja?

¿Qué habría después?
Si cayera abatido al suelo gélido, bajo
el nacimiento de crisantemos y claveles,

¿pensaría en mí aquella que
quiero que entre verdaderamente
en mi vida?

El drama ha agarrado en múltiples ocasiones
a mis letras y les ha dado forma,
sin ánimo de compadecerme,
solo por expeler y vaciar lo que pudría
mis entrañas

y una vez más se apodera de una nueva
historia,
abarcando los lugares más iluminados y
atemorizando a mis concepciones.

¿Acaso importa lo que pienso?
No escucho ahora la voz de un ángel sobre
mi hombro
sino la risa siniestra de una verdad
atormentada.

¿No son tus ojos mi destino?
Es difícil comprender el motivo por el que
te cruzaste en mi camino si no tienes intención
de quedarte.

¿Aún no te has ido?
Aléjate de todo mi entendimiento y
déjame perdido.
Permite que me arranque el latido que
te nombra a cada impulso
para no tener así que recordarte cada vez
que vivo.

Hazlo, tolérame la condena que te pido
y llámame loco por contrariar
tu compasión
y regresar, aun sangrante y dolorido.

Porque soy aquel soldado que vuelve
por pasión aunque la guerra esté
perdida,

porque soy aquel poeta que escribe
aunque ya no le quede
aliento.

Por eso hazlo y no lo hagas,
vete y no del todo…

No le hagas caso a mi cordura que pretende
olvidarte en vano.

sábado, 18 de noviembre de 2017

Todos mis sueños me han hablado de ti

Todos mis sueños me han hablado de ti.
Me han hablado de la dulzura
con la que piensas,
de los besos que le has dado a mi inteligencia.

Me han dicho que eres la vida que mis espinas
necesitan para acomodarse,
la esperanza a mi nieve, a cómo vibran
mis manos ante el miedo.

Me han recitado sobre la historia de tus
ojos,
todas sus hazañas, cuánto han salvado,
así como mis días en tonos
de metal.

Entonces me he visto bajo el agua salada,
ausente de latidos,
aferrado a tu voz para no alejarme
de todo lo que me das
incluso cuando no estás
presente.

Mis sueños callan esta vez,
aseguran proteger.
“Que te estás enamorando” cuentan
y que no puede ser.

Todo me abruma, me supera, me rompe,
me aleja,
¿pero cómo lo hago…

si eres la única capaz de construir un hogar
si mi mundo se
derrumba?

lunes, 13 de noviembre de 2017

Una vez más

El cielo abrió sus puertas para dejar pasar
de nuevo
mis ganas de sentirte,

y lo hice.

Sentí la nueva forma en que latía mi sangre,
en la que mis pensamientos fluían como
lo hace una estrella con su estela,
otorgando la posibilidad de pedir nuestro propio
deseo.

Soñé mientras escribía cómo sería nuestra
historia, cubierta de sonrisas cómplices entre
rayos de Sol al alba.

Me vi enamorándome sin estarlo, solo por mirar
a esos ojos que harían perder la cordura incluso
a los dioses.

Me acerqué demasiado obviando que siempre
hay pequeños diablos
que cierran todas las puertas y te olvidan
fuera,
donde hace frío.

Y una vez más lo hicieron, con un muro que me
rompió desde dentro
y me cubrió
de polvo y cenizas.

Y una vez más me alejo, mirando a mi espalda,
de nuevo a tus ojos,
queriendo resistirme a la inquebrantable actual
realidad.

Y así me voy, sin hacerlo del todo…

Una vez más.