jueves, 28 de septiembre de 2017

Salvación

La tierra se estremeció y todo comenzó a
caer. El caos se mostró como único orden
y todos huían de un final inminente.

Te vi entre la muchedumbre gritar de horror,
detenerte en seco, arrodillarte, sentarte,
caer abatida. Comenzaste a llover con toda la
angustia que eso me provocaba, como si ese
fuese mi final.

Yo también caía en un abismo infinito, al
igual que todos en esos tiempos, pero no
podía dejarte ahí, sola, tan vulnerable…

Corrí entre las ruinas que estaban formando
un nuevo mundo y te sujeté justo antes de
caer. Mi miraste; tenías miedo, el mismo que
yo si te hubieras ido.

Te saqué de aquel hoyo oscuro y siniestro
sin pensar en mí mismo. Tú eras todo lo que
mis sentidos necesitaban tener.

Te arropé con mi cuerpo para que todo
se derrumbara sobre mí y tú salieras ilesa.
Cuando todo acabó allí estabas, mirándome.

Ese fue mi regalo, mi nuevo mundo, mi
nueva vida. Porque no importa el riesgo si
es tu bienestar el que está en juego.

Tal vez sean mis brazos los que consigan
salvarte, así como fueron tus ojos los que
salvaron mi alma.

viernes, 8 de septiembre de 2017

¿Destino?

No lo tenía previsto pero algo ocurrió aquel día. Las circunstancias no parecían las mejores pero hay ciertas cosas en nuestras vidas que no podemos elegir. Surgió, la miré, me miró, la besé, me besó; no son necesarios los labios para besar, lo sé desde que mis ojos se cruzaron con los suyos y no quisieron irse. El miedo apareció pero disfrutábamos de ello. No había segundo en el que no se creara una imagen de ella en mí y comenzaba a preocuparme; una preocupación preciosa de la que no quería separarme. Empecé a escribir para ella casi sin darme cuenta de que estaba sucediendo y mis sueños nacieron de sus manos al desear agarrarlas con todo mi cariño. Día tras día todo crecía y el niño que había en mí se ilusionaba cada vez más. No había nada tan real en mi vida desde hacía tiempo y ahora tengo los pies fuertes en tierra mientras observo desde las nubes. Es una sensación extraña, algo que no recordaba pero añoraba de igual modo. No sé la forma que esto tomará, al fin y al cabo todo puede cambiar y nadie podrá hacer nada para remediarlo, pero hoy va demasiado bien como para pensar en un futuro lejano. Te escucharé cuando quieras hablarme, te ayudaré cuando lo necesites y me permitas hacerlo, te daré una razón para sonreír cada día; para mí eres tu esa razón. Y cuando te fallen las fuerzas te daré mis hombros para que puedas apoyarte y descansar. Tal vez no soy todo lo que necesites, pero seré quien haga todo para que no necesites nada más. 

lunes, 4 de septiembre de 2017

Despedirme

Las cosas no siempre salen como uno espera. Un día cogí la maleta y salí por la puerta sin mirar de nuevo lo que tenía detrás, sin pensar en lo que podía dejar. Avancé despacio pero decidido y me alejé, de todo y todos, para siempre. No quería ser encontrado a menos que fueras tú quien viniera a buscarme, pero eso no ocurriría y mi recuerdo sería historia en poco tiempo. “Adiós” me dije en voz baja, pues ya nunca volvería a ser el mismo. Tal vez no para mal; tal vez me haga mejor de lo que era, pero en ese momento solo podía despedirme. Me giré y paso a paso me alejé definitivamente para no volver.