Nos quejamos constantemente como si hubiésemos muerto, como
si estuviésemos condenados a repetir los mismos errores durante el resto de
nuestras vidas, y no somos conscientes de que si estamos aquí, escribiendo,
leyendo, hablando, escuchando, riendo e incluso llorando, es porque seguimos
vivos. Muchas veces nos sentimos mal por diversas causas y en lugar de mirar
hacia el cielo en busca de un poco de luz para salir del agujero, miramos hacia
lo que pisamos para evitar caer más abajo, consiguiendo el efecto contrario.
¿Quieres decidir? Habrá personas que tenderán sus manos,
pero serás tú quién decida cogerla o no. Ten claro que solo tú tienes el poder
de salir o de hundirte.
Y por favor, elijan siempre la primera opción porque les aseguro
que conocerán una nueva faceta de ustedes mismos que les impresionará y amarán
aún más, como siempre debería ser.
La vida está siempre al alcance de nuestras manos.
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