Esto se trata de un comienzo. Hay muchas cosas en esta vida
que parecen imposibles de cambiar, pero se dice mientras no se hace nada para
llevarlo a cabo. Al principio es complicado saber si algo funcionará, por eso
es necesario intentarlo si de verdad lo quieres. Tal vez no sepas cómo o creas que no tienes
medios suficientes, pero no hay nada más poderoso que una idea. A partir de
ella trabaja con lo que puedas; no es necesario tener las mayores facilidades
para conseguir algo, pues el sacrificio y la perseverancia están por encima de
eso. Si lo deseas piensa a lo grande, llénate de autoestima y lucha, sobre todo
lucha. Cuando hayas empezado y sientas que no puedes, que nada sucede como
esperabas, continúa; recuerda que los comienzos nunca son sencillos y que para
construir un rascacielos debes cavar para colocar los cimientos.
Por eso tengo un propósito. Solo soy una persona en un mundo
enorme, donde influir en la vida de los demás es demasiado complicado y parece
una tarea poco realista, pero como decía anteriormente, necesito intentarlo.
Pienso que todos estamos aquí porque tenemos algo que aportarle al mundo, ya
sea de forma global o local, a pequeños grupos de personas que van expandiendo
a su vez dicha influencia; ambas son aportaciones brillantes y necesarias.
Mi deseo comienza por sus corazones, el de tod@s aquell@s
que han aguantado leyendo hasta el final; también por los de aquell@s que lo
lean o aprendan a través de ustedes, pero deseo que de algún modo se creen en
sus corazones ciertos sentimientos si aún no los conocen.
Todos necesitamos amor; y no solo me refiero al amor de
pareja, o al que sientes por un amigo o por la familia, si no al que cada ser
humano debería guardar en su propio corazón, primero para sí mismo, y luego,
tras descubrirlo, para todos y cada uno de los seres que habitan este planeta.
A partir de aquí, entre todos, trataremos de cultivar en
nosotros dicho sentimiento. ¿Las formas? Hay miles, pero pronto les hablaré sobre una de
ellas.
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