Cuando encendemos la tele un día cualquiera y ponemos las
noticias, la mayor parte de las palabras que escuchamos y las imágenes que vemos
son horribles; todo actos bárbaros de una sociedad que parece y en muchos
aspectos está enferma. Pero como todos sabemos o al menos deberíamos saber, el
mundo y la vida, en ocasiones, nos ofrece gratas sorpresas y milagros, aunque no
se muestre.
Uno de los motivos por los que me gusta tanto ver películas
es porque muchas de ellas me permiten evadirme de esa angustiosa realidad y de
los problemas que día a día pueda tener, mostrándome en muchos momentos
historias increíbles e inspiradoras, como la que me movió a escribir hoy.
Se trata de la película “A Beautiful Mind”, con la que quedé
impresionado al terminar de ver, cuando descubrí lo que se escondía tras esta
asombrosa historia.
No quiero contarles absolutamente nada de esta película para
aquell@s que no la hayan visto aún, y les recomiendo que no busquen nada, solo que
la vean.
Debo decir que me ha encantado porque me ha hecho
reflexionar y me ha mostrado que hay cosas “imposibles” que se pueden alcanzar
si de verdad lo deseas y siempre con ayuda del amor, porque eso es lo que nos
hace más poderosos. Sin amor el mundo estaría completamente perdido.
Esto me obliga a decirles que cuando vuelvan a ver las
noticias y observen todas aquellas imágenes horribles que en ellas aparecen,
recuerden que la única forma de hacerlas desaparecer es con el amor, no con el
odio. Como dijo Siddharta Gautama Buda, "El odio no disminuye con el odio.
El odio disminuye con el amor."